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¿Bajo Deseo Sexual O No Ser Más Deseable?

Todos tenemos la necesidad de sentirnos deseados, afectivamente, relacionalmente, íntimamente. No solo frente a la persona que nos gusta, o nuestra pareja, sino con amigos, familiares, jefes. Como afirma el Prof. Giorgio Nardone “nos gusta gustar” así lo neguemos, pues hemos nacido en el mundo occidental que nos alimenta esta creencia y al final se vuelve una necesidad.

Desafortunadamente podemos experimentar crisis de no sentirnos deseados en distintos momentos de la vida y golpea considerablemente cuando siento que mi pareja “no me desea más a nivel íntimo”. En un caso reciente que llega al Centro, de un adulto de 33 años, la frustración en él es inmensa pues siente que no desea más a su novia de hace 5 años y esto lo frustra tanto que lo está llevando casi a la depresión y renuncia en muchos ámbitos de su vida. La mujer, por su lado, siente rechazo constante de su pareja, así él le diga que aún la ama y que aún le gusta físicamente y percibe como injusto que ella deba: “rogarle para tener una relación sexual”. Esta pareja como sucede en la mayoría de casos similares, está evitando las relaciones sexuales, visto que según ella, no es deseable para él, y cada vez que se ponen en juego, el hombre comprueba su propio fracaso y no obtiene excitarse o tener una debida erección.

En estos casos la estratagema más funcional es aquella de “surcar el mar a espaldas del cielo”, en donde se quita la atención en tener que llevar a cabo una relación sexual o tener que excitarse, y se les lleva a la pareja en centrar la atención en diversos ejercicios de caricias o de posiciones de estatuas que se les da al final de la terapia, sin la pretensión de llegar a la penetración o al alcance del climax. Esta estratagema es muy eficaz en problemas sexuales porque en estos temas la persona suele darle un exceso de atención al funcionamiento natural, que termina bloqueando que este ocurra de dicha forma. Dependiendo de la originalidad del caso se prescribe la técnica de “la guerra del placer” o de las “bellas estatuas”.

Así mismo es importante bloquear las soluciones o acciones que ponen en práctica los miembros de la pareja, para obtener deseo o esforzarse en gozar. El camino terapéutico será aquel volver al comienzo, como si estuvieran descubriendo sus cuerpos por primera vez, para desbloquear el final.

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