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Terapia Breve Estratégica: Nuevas Soluciones, Nuevas Realidades

Resumen

El objeto de este artículo es dar a conocer las premisas generales del enfoque psicológico de la terapia breve estratégica evolucionada, modelo terapéutico italiano creado por Giorgio Nardone. La terapia breve estratégica, fundamentada en lógicas no ordinarias, resulta eficaz, eficiente, predictiva y replicable a partir de los resultados obtenidos por los distintos centros estratégicos, en esta se pretende que sea el paciente quien dé las respuestas y explicaciones a los cambios introducidos por el terapeuta, partiendo por la emoción, es decir, haciéndolo sentir diferente a través de prescripciones ad hoc que se le asignan, centrándose en el presente e identificando cómo el consultante se comporta, más que el porqué de su comportamiento.

Palabras claves: eficacia, eficiencia, breve, estratégica, lógica no ordinaria, sistema perceptivo-reactivo, diagnostico operativo, soluciones intentadas, experiencia emocional.

Introducción

La psicología clínica, con sus variados enfoques de terapia o de tratamientos para combatir las dificultades humanas, ha sido una disciplina que ha planteado distintas modalidades para resolver problemas graves y persistentes. Sin embargo, no siempre se necesitan procesos de terapia igual de complicados y prolongados en el tiempo. Un proceso de terapia  además de ser eficaz, es decir, lograr solucionar el objetivo deseado, es aún más atractivo cuando logra ser eficiente: lo soluciona en corto tiempo. El modelo de la terapia breve estratégica evolucionada pretende alcanzar lo mencionado, eficacia y eficiencia.

Partiendo de los fundamentos de la terapia breve del MRI (Mental Research Institute) de Palo Alto California, el psicólogo italiana Giorgio Nardone, psicoterapeuta y fundador del Centro di Terapia Strategica de Arezzo-Italia postula este tipo modelo que con más de 20 años de experiencia clínica e investigación ha revolucionado la Psicología en Europa en los últimos años; enfoque terapéutico que aparte de ser eficaz y eficiente, como se ha mencionado, es replicable y predictivo gracias a la lógica no ordinaria que se trabaja con el paciente fundamentada en las estratagemas chinas.

El presente artículo pretende introducir a los lectores en el conocimiento  general del modelo de la terapia breve estratégica evolucionada, a partir de cuatro aforismos postulados por el autor que a concepción propia marcan los lineamientos esenciales que diferencian a la terapia breve estratégica de otros tipos de terapia tradicional.

El paciente experimenta diversas EEC para encontrar sus propias respuestas

“Quien se persuade por sí mismo, lo hace antes y mejor”. Blaise Pascal

La terapia breve estratégica pretende inducir que el cambio en el consultante ocurra de una forma natural espontanea, es decir, a partir de eventos casuales planificados o tareas  ad hoc estructuradas previamente por el terapeuta. Es decir, se le dan indicaciones al paciente de pensar o hacer, para que él mismo experimente su realidad con el problema de una forma diferente y “descubra” nuevas concepciones de ésta. Sin embargo, las indicaciones que en su gran mayoría logran generar “experiencias emocionales correctivas” o vivenciales diferentes son las que están fundamentadas bajo criterios no ordinarios. Este es el caso cuando al paciente que surge de pánico se le prescribe el síntoma indicándole que reserve media hora diaria para concentrar sus miedos y temores, o como la prescripción de la peor fantasía cuyo objetivo es lograr cambios contundentes dejando que la persona  descubre una experiencia diversa.

Se pretende evitar, sobre todo en las primeras sesiones de la terapia, que sea el terapeuta el que de las respuestas o las explicaciones de la realidad del paciente; por el contrario, se procura que éste sienta de manera distinta, y no sólo que comprenda, que puede ver la realidad desde otra perspectiva. En terapia es ideal que el paciente sienta que algo tiene que cambiar, y no tanto que meramente entienda el cambio.

Experimentando antes que nada

Antes de convencer al intelecto es preciso tocar y predisponer al corazón”. Blaise Pascal.

A través de este modelo de terapia se pretende cambiar la percepción que el consultante tiene de su realidad en lugar de cambiar la cognición, ya que si se cambia la percepción, se modifica la reacción emotiva (el sistema perceptivo-reactivo cambia en sí) y al cambiar ésta también cambiará la reacción conductual, y por ende la cognición.  Dado lo anterior, el cambio será más duradero y consistente a través del tiempo, pues la Psicología en sus inicios y los estudios de la percepción demuestran cómo a través de la experiencia se alcanzan aprendizajes más prolongados en el tiempo.

Un ejemplo de lo anterior sucede con los bebés en sus primeros años de vida cuando están desarrollando sus habilidades psicomotrices. Antes de comprender cómo evitar una caída al dar sus primeros pasos, los bebés la experimentan y adquieren un nuevo conocimiento que los hará más cuidadosos y les evitará caer de nuevo.

Dejando atrás el patologizar

“La profecía muchas veces es la causa de los eventos predichos”. Thomas Hobbes

Otro aspecto que caracteriza este enfoque terapéutico es el referente a realizar diagnósticos operativos más que diagnósticos descriptivos; en otras palabras, se evita emitir patologías a los pacientes como objetivo del proceso. Aunque ya desde las distintas publicaciones del DSM IV de la APA (American Psychological Association) se ve cómo los diagnósticos descriptivos han jugado un rol de especial importancia en las últimas décadas, la terapia breve estratégica se centra en saber cómo funciona el problema, más que por qué o qué tipo de diagnóstico se le asigna al paciente.  Para dicho proceso es preciso concentrarse en las soluciones intentadas o formas de solución al problema de la persona, que son las que mantienen el problema, y se interrumpe este círculo vicioso para desbloquear la situación disfuncional.

De lo contrario, muchas veces lanzar un diagnóstico es la profecía que se autorrealiza, y al dar una profecía de depresión al consultante, por ejemplo, no es de extrañar que éste se termine comportando y sintiendo como depresión de forma más consistente y reiterada en su diario vivir, efecto que no sólo influye sobre la persona que se diagnostica, sino sobre las personas y el ambiente que la rodean. Así mismo, el hecho de diagnosticar lleva a la creencia por parte del consultante de que no existe solución a la problemática ya que en la mayoría de los casos las utopías negativas dan indicios de que no hay solución, mientras que las utopías positivas implican que no hay problema”.

Centrados en el presente más que en el pasado

Cuando no se puede echar para atrás, solo hay que preocuparse de la mejor forma para avanzar”.

Paulo Coelho

La concepción de que conociendo una causa se conoce la solución ha estado inmersa en las ciencias que emplean el método científico y en otras cuantas. Sin embargo, la lógica de causalidad lineal no siempre aplica para las problemáticas humanas; de hecho, la terapia breve estratégica evita buscar causas y/o culpables, y se desplaza ese intento de analizar a profundidad el pasado del consultante para resolver una problemática. Esta tendencia de buscar las cusas para conocer las soluciones parte de la premisa de la casualidad lineal e unidireccional, que va desde el pasado hasta el presente, y de alguna forma lleva a que la persona genere un insight sobre aquellas causas antes de darse el cambio. Sin embargo, los cambios terapéuticos pueden surgir sin que el paciente recuerde todos los detalles importantes del pasado; de hecho se han alcanzado resultados terapéuticos satisfactorios sin traer a la superficie los recuerdos olvidados del consultante.

Como se ha mencionado en este escrito, la terapia breve estratégica se centra en dirigir al paciente a vivenciar una experiencia emocional, y el objetivo terapéutico esencial es descubrir cómo el paciente mantiene el problema, para desmontarlo y crear una realidad funcional.

El pasado importa, siempre y cuando no esté influenciando negativamente el presente como, por ejemplo, en el caso del estrés postraumático. En este caso, el proceso terapéutico se centra en reinsertar el pasado en el pasado, trabajando sobre el evento vivido a través de cartas sobre el trauma, o novela del trauma como se denomina una de las tareas para el PTSD (desorden de estrés postraumático). Así el consultante despeja y toma distancia de un pasado que pesa y genera disfuncionalidad. Se tratan entonces las redundancias comportamentales del presente para cambiar la realidad actual de la persona que está siendo influenciada por un trauma o evento crítico del pasado. Estas son las pocas excepciones en las que la terapia breve estratégica se dirige al pasado o a la recolocación.

Conclusión

El modelo de terapia breve estratégica evoluciona pretende producir cambios a partir de nuevas experiencias o eventos casuales planificados indicados por el terapeuta para que el paciente descubra por sí mismo nuevas realidades funcionales. Además, se realizan diagnósticos operativos, en vez de emitir patologías al consultante como objetivo primordial terapéutico, y se recurre al pasado sólo cuando el presente se ve afectado por lo ya vivido. Todo lo anterior permite que la terapia se haga en corto tiempo (una media de 10 sesiones con el paciente), a partir de protocolos a través del tiempo que demuestran su eficacia y eficiencia en problemas que en principio parecen de difícil solución. Esta aparente “simplicidad” en el trabajo de Giorgio Nardone, parte del estudio de las estratagemas chinas, de los estudios del leguaje sugestivo e hipnótico de Milton Erickson y de la teoría de la comunicación introducida por Paul Watzlawick y la escuela constructivista, entre otros.

Por: María Andrea Hernández
Publicado, Diciembre de 2009, Revista Médico Legal, Bogotá- Colombia.

 

 

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